Esta vez.

jueves, 27 de marzo de 2008

Y fue en vivo. Creo que fue como la quinta canción. Se la rifaron bien chido los tacubos a pesar de la mala calidad del sonido que por ratos dejó mucho que desear.

De pronto ya no se que pasa en mi,
de pronto ya no se quien soy,
de pronto ya no reconozco nada de lo que un día fui.

Hoy me pregunto que cambio dentro de mi,
hoy me pregunto a donde voy,
tal vez no existen las respuestas para lo que intento resolver,

Esta vez vengo buscando el corazón,
Esta vez lo intentare otra vez,
Esta vez ni mas yo tratare de hacerlo bien, Canciones de Cafe Tacuba
si la vida me regala otra oportunidad.

Segunda ocasión. Me gustó más la primera, el sonido estuvo poca madre.

Lo diría ely.

sábado, 15 de marzo de 2008

Anoche tuve un encuentro cercano con Ely. Fue así como un momento espiritual-musical un poco chistoso. Estuve escuchando y esta mujer por espacio de 3 horas y encima de todo tuve la osadía de sacar sus canciones. Entiendase como "sacar" que escuchaba la música e intentaba emular el sonido de la misma con mi guitarra.
Fue bastante reconfortador. Esa sensual mujer tiene unas letras maravillosas. Un ejemplo puede ser "Puerto Vallarta" que dice algo así:
I'm standing right in front of the malecón
In Puerto Vallarta
Somebody told me you loved me
So come on
Get in on, get it on

Una más podría ser " Pa' morirse de amor" (esa rola está buenísima, quizá más la música que la letra) que va algo así:
Quién si no yo, para abrazar tus alegrías
quién si no tú, para abrazar mis alegrías,
quién si no yo, para lamer posibles heridas
quién si no tú, para cuidarme noche y día.

Y qué decir de "Mi playa". Es muy linda la canción:
Te regalo mi sol, mi luz, mi playa
te comparto mi dicha y mi pesar
te doy las llaves de mi casa y mi confianza
te cocino y te llevo a pasear.

La onda es imaginarse a esa mujer cantando. Es tremendamente sensual. Como dije alguna vez: quiero una Ely de cumpleaños. Y bueno, ya pasó mi cumple, pero no importa, aún quiero una Ely de cumpleaños.

Poema.

viernes, 14 de marzo de 2008

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de
fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me
receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, mi es poco, es bastante. En una
semana se pueden reunir todas las palabras de amor
que se han pronunciado sobre la tierra y se les
puede prender fuego. Te voy a calentar con esa
hoguera del amor quemado. Y también el silencio.
Porque las mejores palabras del amor están están entre dos
gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y
subversivo del que ama. (Tú saber cómo te digo que
te quiero cuando digo: "qué calor hace", "dame
agua", "¿sabes manejar?,"se hizo de noche"... Entre
las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he
dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te
quiero".)

Una semana más para reunir todo el amor del
tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú
quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No
sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para
entender las cosas. Porque esto es muy parecido a
estar saliendo de un manicomio para entrar a un
panteón.

-Jaime Sabines-

Adiós.

No queda más que decir adiós al puerto antes de dos largas semanas de vacaciones. No queda más que sólo el recuerdo de momentos gratos, momentos malos, momentos simplemente. Creo que no es sano quedar viviendo en el pasado, quedarse viviendo en circunstancias que simplemente ya no existen.
No queda más que apechugar y dejar correr la vida.
Serán dos largas semanas, sin embargo servirán de mucho. Serán justo lo que se me recetó: tiempo, abstinencia y soledad.

3 años después.

martes, 11 de marzo de 2008

Ahora pareciera que fue hace mucho tiempo. La voz entrecortada, las lágrimas, la pérdida de sueño, de apetito, pensamientos profundos, poca atención al cuidado personal, alcohol, cigarro en exceso, mala salud.
Pareciera que tiene muchos años, sin embargo sólo han sido tres años. Después de voltear a ver el camino recorrido, las piedras que intervenían en el andar y las lecciones aprendidas durante las largas noches de insomnio me doy cuenta que todo ha dado frutos. Ciertamente nos deben pasar cosas que nos hagan abrir los ojos para así poder superar lo que la vida nos tiene preparado. Es simpático ver el pasado y recibir los recuerdos con una sonrisa. Saber que todo el dolor ya se ha ido y sobretodo el rencor. Ese sentimiento que nos idiotiza el alma y nos infecta con sensaciones desagradables, sensaciones que sólo nos hiere la mente, la vida.
Hoy sucedió algo que salió de la nada. Sin pensarlo supe que tenía que hacerlo, algo me dijo que era necesario. Y sí, como por arte de magia me siento muy bien conmigo mismo y sobretodo con la persona, que tanto significó en mi vida. ¿Qué le haces a todo lo que puedes almacenar durante tu vida dentro de tu corazón? 3 años después lo supe: Guárdalo, atrápalo en tu memoria, en tu corazón, no dejes que se escurre y compartelo con delicadeza, con prudencia. Pero sobre todas las cosas, no olvides que lo viviste con alguien (una o más personas) y que esa persona es y será importante el resto de tus días. Ahora, no es más que un día en el que dos viejos conocidos se encontraron y se dijeron cosas agradables, pero más importante, regresaron el voto de confianza el uno al otro, incondicional y para toda la vida.

Reflexión

martes, 4 de marzo de 2008

Podría justificarme de muchas maneras. Era un buen trato, una traición menor. La verdad es que los jodí, a mis camaradas. Begbie me importaba un carajo y Sickboy hubiera hecho lo mismo. Spud me daba un poco de lástima, nunca le había hecho daño a nadie
Entonces qué se supone que haría? Podría dar un millón de excusas, todas falsas. La verdad es que soy un sujeto malo. Pero eso va a cambiar. Yo voy a cambiar. Esto es el final pienso yo. Me mantendré limpio y en movimiento, llendo hacia el frente y escogiendo la vida. Creo que estoy listo, seré igual que ustedes. El trabajo, la familia, el puto televisor enorme, la lavadora, el auto, el aparato de sonido y el abrelatas electrico, buena salud, colesterol bajo y seguros dentales, pagar hipotecas e interés fijo, comida chatarra, un traje de 3 piezas, hijos, paseos por el parque, lavar el carro, navidades en familia, escoger a los amigos obteniendolo todo, mirando al frente hasta el día en que muera.

Todos lo merecemos.

Fui al cine hace unos días. Entré a ver Sweeney Todd que, a pesar de ser un musical, realmente me fascinó.
Mi madre me preguntó el por qué y no supe qué decirle. Al preguntarme de qué trataba le dije simplemente que era de venganza. Suspiró y me dijo: con razón te gustó.

Sensación de...

domingo, 2 de marzo de 2008

entumecido

  • paralizado, adormecido, aterido, agarrotado, arrecido, envarado, helado.
De repente me siento entumecido. ¿Ha pasado alguna vez no? Nos dormimos encima del brazo y luego no lo sentimos y poco a poco sentimos ese cosquilleo que nos indica que por nuestro brazo comienza a circular de nuevo la sangre y después de un rato volvemos a sentirlo nuevamente.
Las personas a las que les amputan una extremidad sienten esa sensación de "tener" aún su brazo y/o pierna. Ese es un síntoma común, la costumbre de tenerlo de toda la vida les hace pensar que aún está con ellos, pero es sólo la mente jugando con el cuerpo (o viceversa).

Sin embargo, esta sensación ocurre mayoritariamente en extremidades o partes del cuerpo. Rara vez se produce en otras cuestiones como la que en este momento creo sentir. Hay una sensación de que algo está ahí, sin embargo no la sentimos ya, a pesar de que es evidente que sigue en su lugar. Esta sensación, incluso, puede llevarnos a perder la conciencia y obligarnos a hacer cosas que no queremos. Regresando al ejemplo del brazo entumido, nos levantamos y quisieramos agarrar un vaso con agua, unas tijeras, un teléfono y lo extraño es que en realidad los tomamos, pero no sentimos ni el vaso con agua, ni las tijeras ni el teléfono. Sólo tenemos la sensación de que lo agarramos y que lo tenemos en nuestro poder. Sin embargo, el brazo no lo siente y es cuando se pierde la sensación.
De igual forma, uno mismo siente que las cosas las tiene, las toma, las quiere. Pero aparentemente. Cuando uno está entumecido es sólo a sensación, realmente no tienes, no las tomas. Sí las quieres, pero lo más probable es que ellas no te quieren a ti.