No queda más que decir adiós al puerto antes de dos largas semanas de vacaciones. No queda más que sólo el recuerdo de momentos gratos, momentos malos, momentos simplemente. Creo que no es sano quedar viviendo en el pasado, quedarse viviendo en circunstancias que simplemente ya no existen.
No queda más que apechugar y dejar correr la vida.
Serán dos largas semanas, sin embargo servirán de mucho. Serán justo lo que se me recetó: tiempo, abstinencia y soledad.
Adiós.
viernes, 14 de marzo de 2008
Publicado por Chinodefacto en 10:22
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